Por otro lado, estas interacciones pueden tambien pueden afectar los efectos anticonvulsivantes de los medicamentos, por ejemplo, la lamotrigina tiene mínimos efectos sobre la eficacia de los anticonceptivos combinados, sin embargo, el uso de este tipo de anticoncepción incrementa el clearence,reduciendo la concentración plasmática de lamotrigina en un 45 a 60% y predisponiendo a crisis de epilepsia. Si ésta es la opción elegida por la mujer epiléptica, la dosis de lamotrigina debe ser incrementada y para reducir su toxicidad, se sugiere extender los ciclos sin intervalo de descanso. Junto con el levetiracetam, es recomendado durante el embarazo por su bajo riesgo de teratogenicidad.
Otro ejemplo es, el valproato. Es usado como primera opción en muchas mujeres con epilepsia generalizada y en epilepsia no clasificada, logrando el control con dosis bajas. Mas alla de que se produzcan interacciones medicamentosas con los anticonceptivos hormonales es un medicamento altamente teratogénico de forma dosis-dependiente, pudiendo estar implicados factores genéticos (historia familiar de defecto del tubo neural) y la susceptibilidad individual. Se ha descrito que actúa como antagonista del ácido fólico. La exposición intrauterina a este fármaco está asociada a mayor riesgo de trastornos del espectro autista, hiperactividad, dispraxia y déficit de atención.
El riesgo de crisis convulsivas durante la anticoncepción aumenta aproximadamente 4.5 veces mientras estaban tomando anticoncepción hormonal versus no hormonal. Y aquellas que usan la píldora anticonceptiva solo con progestágeno, tenían una tasa del 62% de incremento de convulsiones.
La prescripción de anticonceptivos en mujeres epilépticas, en la mayoria de las consultas con neurologia no es un tema que se aborde, incluso hay estudio donde vieron que el 93% de los y las neurologas tenian conocimiento que podría contraindicar el uso de algunos anticonceptivos, desconocían el mecanismo de interacción específico entre ambas drogas y el 81% no tenían conocimiento sobre los criterios de elegibilidad de la Organización Mundial de la Salud.
Durante la gestación, la mayoría de las mujeres epilépticas tiene un mejoramiento de la enfermedad, sobre todo las tratadas con monoterapia (carbamazepina, lamotrigina, fenobarbital y valproato) e incluso permanecen libres de crisis (66.6%). Sólo 2.6% de las gestantes, nece-sitó incrementar la dosis o agregar un segundo fármaco anticomicial (sobre todo lamotrigina). Además, hay 4.9% de riesgo de malformaciones en hijos de mujeres que recibían anticonvulsivantes durante la gestación versus un 2.2% en la población general sana. La utilización de un fármaco anticonvulsivante en monoterapia duplica el riesgo, mientras que la politerapia lo triplica.
La suplementación previa con ácido fólico está asociada con beneficios en el desarrollo neurológico. Por lo tanto, se recomienda cuando se va a planificar la búsqueda de fertilidad, iniciar con 5mg diarios de ácido fólico y al menos, hasta el primer trimestre de embarazo.
Es importante discutir y consensuar con las pacientes epilépticas los efectos adversos, preferencia, eficacia, riesgos y beneficios de los diferentes métodos de anticoncepción, así como las posibles interacciones con algunos fármacos anticonvulsivantes con el fin de optimizar el mejor método, reflejando las metas de cada uno.